22/11/10

El Dilema de los Trolls


Los compañeros siguieron con su periplo por el segundo nivel del templo. Todos albergaban la esperanza de encontrar alguna clave para derrotar a Belsorning, sumo sacerdote del templo de agua.
En su camino, se encontraron de nuevo con Kelno, quién les encomendó la misión de encontrar a dos trolls y convencerlos para que se unieran al templo del aire. El sacerdote ya les avisó de que no sería tarea fácil pero les recompensaría gratamente si tenían éxito.
Los compañeros llegaron a un gran pasillo iluminado por luces de diferentes colores que no se entremezclaban. Lía, la intrépida elfa, se adentró en las luces, lo cual le causó heridas de distinta índole. Finalmente, y conscientes de que no podrían evitar algo de dolor al pasar por ese pasillo, los compañeros accedieron a la zona sur, donde presumiblemente se encontraban los trolls. Gáremond utilizó alguno de sus hechizos curativos, asegurando que se estaba quedando sin medios mágicos para el día de hoy.
Tras oír unos extraños sonidos, accedieron a una cámara circular dónde se vieron sorprendidos por una hidra de cinco cabezas. Rosco parecía atemorizado por tal criatura pues, a pesar de estar encadenada, derrotarla sería la única forma de avanzar.
Una embestida de Emén logró seccionar una de las cabezas del terrible animal y el mediano se apresuró a lanzar un conjuro de fuego sobre el muñón ensangrentado, logrando así que no volviera a crecer de nuevo otra cabeza.
Poco después, un troll apareció en escena y amansó a la hidra. Iba ataviado con los símbolos del templo del fuego y no parecía dispuesto a negociar la retirada de su mascota.
Aún así, Rosco consiguió que el estúpido troll al menos dejara de atacar al grupo, prometiendo una vida mejor para él y su mascota.
Lía había caído y debían buscar una solución para que no pereciera. El descanso no fue su aliado, pronto se dieron cuenta de que una masa viscosa avanzaba por el techo amenazante. Rosco y Gáremond agotaron sus recursos mágicos intentando deshacerse del animal que corroía la carne con su jugo. Tan duro fue el enfrentamiento, que Gáremond plantó cara a Emén por una poción curativa. El que hacía las veces de sanador estaba desesperado.
Rosco consiguió sobrevivir por los pelos y finalmente decidieron que avanzar sería menos peligroso que intentar recuperarse con el descanso.
Poco después, explorando otro de los pasillos de la zona sur, oyeron un agresivo cantar de algo similar a un búho y la visión extremecedora de una criatura semilechuza, semioso, provocó que el gnomo dijera de nuevo su frase: "Este lugar es una pesadilla".
Emén por su parte, aseguró no tenerle miedo a la criatura y arremetió contra ella. Como en el caso anterior, un troll apareció en la escena y calmó al animal. En esta ocasión iba ataviado con los símbolos del templo del agua y Rosco tuvo que negociar más duramente con él. De hecho, no lo quedó más remedio que visitar al gran jefe acompañado del troll.
Se trataba de un troll de avanzada edad, pero con un aspecto mucho más agresivo. No sólo no hizo caso a la historia que le contaba su súbdito sino que propinó un guantazo al mismo. Rosco le consoló hábilmente y como ya hizo con su hermano, le convenció para que se uniera al templo del aire.
Finalmente se reencontraron con Kelno, quién les prometió un objeto mágico y les felicitó por su buen hacer en la misión. También les advirtió que era el momento de contraatacar al templo del fuego pues, al convencer al troll, le habían arrebatado una pontente arama.

6 comentarios:

Caelestis dijo...

Estoy pensando en abrir la partida en Comunidad Umbría, ya que será más cómodo para los que soléis verla y postear en el blog.
¿Qué os parece la idea?

Caelestis dijo...

Experiencias:
Lía 562
Rosco 1262
Gáremond 662
Emén 562

Vadania dijo...

A mí me parece bien.

Lía dijo...

¿Vas a convencer a Elena y Luis para entrar? Si lo haces a mi también me parece bien.

Por cierto, a mi no me queda claro como convenció Rosco al troll jefe. ¿No lo había retado a un combate individual a muerte? ¿Luego le dejo marcharse? Yo me salí con Luis y mi personaje estaba comatoso, así que no me enteré del asunto.

Caelestis dijo...

La migración a comunidad umbría no significa dejar el blog. En principio se pondrá la misma información en ambos sitios, al menos de momento.

Elena está a un paso de convertirse en umbriana, lo de Luis ya es más difícil, creo que Rosco tendrá que tirarle algún hechizo de confusión para convencerlo.

Vadania dijo...

Eso está hecho. Dejadlo en mis manos. ¡Mwahahahahahaha!