Personaje Jugador: Rosco

Nombre del Jugador: Jose
Nombre del PJ: Rosco
Raza: Mediano
Clase/Nivel: Mago 5
Deidad: Boccob
Arma Preferida: Varita de proyectiles mágicos
Conjuro/Poder Preferido: Invisibilidad
Lugar de Procedencia: Condado de Ulek

Historia: Rosco vivió la apacible y tranquila vida de un mediano común hasta que tuvo lugar el desafortunado incidente. Siendo todavía un niño, su hogar fue presa de las llamas por un lamentable descuido en la cocina de Bolgo (su hermano mayor). Aunque lograron rescatarlo con vida, el destino de Rosco quedó marcado para siempre en aquel momento. Con feas quemaduras que no sólo lo alejaban de la vida cotidiana por el cruel rechazo de la gente en general, sino que también afectaron de manera crucial el desarrollo de la musculatura en sus extremidades, Rosco decidió ocultar el rostro para siempre jamás bajo una neutra máscara y centrarse por completo en lo único que le producía algo parecido a la felicidad, sus estudios arcanos.

Motivaciones: De naturaleza alegre y decidida, Rosco vive la vida como un regalo temporal que no puede desaprovechar. Todo llama su curiosidad y todavía no hay nada que lo haya amedrentado lo suficiente como para no seguir viviendo.
Anécdotas Destacables: Conocer a cinco tipejos, cada cual más extraño, que según parece van a ayudarle a descubrir qué hay de cierto en todo ese asunto del Templo del Mal Elemental.
Relación con otros PJ/PNJ: De momento, Rosco se lleva bastante bien con el alocado gnomo druida llamado Gáremond. Respecto a la bárbara Emén, al espadachín Elmo y al erudito Stoner, tampoco es que haya hablado con ellos lo necesario para conformarse una imagen clara de sus intenciones reales. Quizás la semiorca pudiera llegar a ser alguien en quien confiar a medio plazo, pero ya veremos. Sobre el humano borracho y el elfo gris, prefiere no pronunciarse. Y con relación a la engreída elfa que acaban de rescatar, Rosco no termina de cogerle el tranquillo, pero todo se verá. Al fin y al cabo, el mediano tiene que llegar al final de la historia con todos ellos, le guste o no.
Grandes Enemigos: la muerte.